La ignominia estaba servida. Aquél espacio de libertad republicana (trascendental en la construcción de una realidad ajena a todo lo que había sido España en los siglos anteriores. Un sistema parlamentario y democrático que reconocía la libertad ideológica y de pensamiento, el Sufragio Universal, el derecho de voto a las mujeres por primera vez en la historia del país, el principio de igualdad constitucional entre hombres y mujeres, el derecho al divorcio, la separación total entre Iglesia y Estado, declarándose España como un Estado laico, la consolidación de la Sanidad y Educación Pública, el reconocimiento del derecho al aborto; la eliminación de la censura de los medios de comunicación; la reforma agraria, las colectivizaciones, la socialización de medios de producción, el derecho a la libertad de manifestación y reunión, la importancia de la educación para los gobiernos de centro-izquierda de la República.......... si comparamos los 20 millones de pesetas que el Estado republicano invirtió en Educación en 1937, en plena Guerra Civil, con los escasos ocho millones que había invertido el último Gobierno monárquico en las escuelas de toda España....), se dio de bruces contra la gran burguesía oligarca amparando primero al majareta Sanjurjo (1932) y luego, contra el brazo parlamentario armado de la derecha (el líder de la CEDA Gil Robles consiguió la cartera de ministro de la Guerra en el Gobierno y procedió a nombrar a generales derechistas para los puestos clave......El 8 de marzo tuvo lugar en Madrid, en casa de un amigo de Gil Robles, una reunión de varios generales (Emilo Mola, Luis Orgaz Yoldi, Villegas, Joaquín Fanjul, Francisco Franco, Ángel Rodríguez del Barrio, Miguel García de la Herrán, Manuel González Carrasco, Andrés Saliquet y Miguel Ponte, junto con el coronel José Enrique Varela y el teniente coronel Valentín Galarza, como hombre de la UME), en la que acordaron organizar un «alzamiento militar» que derribara al gobierno del Frente Popular recién constituido y restableciera el orden en el interior y el prestigio internacional de España.) Un golpe de estado en toda regla financiado por banqueros, por la conferencia episcopal y por el fascismo internacional.
En realidad todos eran militares africanistas, pájaros de espadón y comunión diaria, auténticos catetos de máuser y hostia bendita. Franco no estudió en West Point, no, Queipo de LLano, un psicópata venido a galones merced al furor de las guerras coloniales y a la pasta gansa que se embolsaba, hablaba, (rugía), es un ejemplo, exquisiteces acerca de como violar a las rojas ateas que plagaban el país.
Sobre sucesos en Marruecos e islas Canarias, sobre la sublevación en sí, dejaremos a los historiadores no revisionistas su explicación.
El caso es que a golpe de dinero, los africanistas analfabetos se alzaron respaldados por carlistas, falangistas (una tanda de beodos asesinos), y requetés. Y por caciques, curas, párrocos, obispos, monjas, directores, empresarios de botijo, señoritos terratenientes latifundistas, monárquicos de alta alcurnia, pesebristas germanófilos admiradores de Hitler, mussolinianos de a pie y taberna. (... prefacio......El Coronel Beigbeder, acudió a informar al jalifa Muley Hassan, y al gran visir de Tetuán de lo que estaba pasando, consiguiendo el apoyo de ambos. Muley Hassan era en la práctica un títere de España desde 1925 y no tardaría en proporcionar ayuda física, en forma de voluntarios marroquíes. En Ceuta, a las 23:00 horas del día 17 el teniente coronel Yagüe se había apoderado fácilmente de la ciudad con su 2.ª Bandera de la Legión, sin necesidad de realizar ni un solo tiro. En Larache, la única ciudad importante del Marruecos español que todavía era fiel al gobierno, la sublevación se produjo a las 02:00 horas del 18 de julio, encontrándose con una encarnizada lucha. Dos oficiales rebeldes y cinco guardias de asalto leales murieron en los combates, pero al amanecer del día 18 todo el casco urbano estaba en manos de los rebeldes; los escasos efectivos que se habían mantenido fieles al gobierno, o bien habían sido encarcelados y fusilados, o bien habían huido al Marruecos Francés....... )
La conspiración civil, las ratas, mantenían su estatus.... Torrús, March, Joaquín Baleztena, Miguel María Zozaya, Fernando Contreras. Los Borbones, Cambó, las grandes familias israelitas afincadas en Melilla, Johannes Bernhard, la compañía general de tabacos de filipinas, la Fiat, la sociedad de banco suiza, el banco inglés Kleinwort, Sons & Co, los Alba, el consorcio de bancos italianos........y un contado número de familias adineradas, (no olvidar a la retrógrada iglesia)..........
Todos estos traidores planificaron una guerra a la que pronto denominaron Cruzada. El albur de los acontecimientos hizo que el más burdo y amanerado de los generales criminales, un tal Francisco Franco, figurara como exponente. Y vaya si lo hizo. Cuarenta años de españa cañí lo demuestran. Bajo palio y con la modorra de los vencedores, firmó sangre y más sangre, juicios sumarísimos, penas de muerte, privilegios para los acólitos, exilio, depuración, anulación de la personalidad para los vencidos.
Ya ven que no hablo de la guerra en sí misma, ni siquiera, salvo este leve apunte, de sus causas. Los golpes de estado tienen poco de justificable. La coyuntura internacional auspiciaba la maldad fascista. Muertos antes, durante y después. Mucho después, hasta hace apenas nada. Franco, sus borregos caníbales y los señorones de sus consejos (hoy muchos aún conservan privilegios y toda la progenie sigue viviendo del cuento explotador) mataban por entretenimiento. Aplicaban aquello tan bonito de la ley de fugas a venados, perdices, salmones, ballenas y hombres. Muerte, represión máxima, cárceles, anulación de todos los derechos civiles hoy conocidos. La locura fascista se levantó aquella mañana y voló con el Dragón Rapide hasta hoy mismo. Gloriosas llamaron a aquellas hazañas, Levantamiento, Caudillo por la gracia de dios, bendito, santísima, .... y pacífica. La paz de los muertos de la dictadura cruel. Desaparecidos en cunetas, expolios, castigos, machismo bananero, repugnancia.
Ochenta años no son nada. Los protagonistas, no juzgados jamás por crímenes de guerra o de lesa humanidad, sus descendientes e ideológos , siguen campando disfrazados de demócratas sacro santos.
Ahí los tienen. Salen en televisión, en portadas, son parlamentarios, abogados, financieros, presidentes de clubes deportivos, políticos conservadores,...... muestran el añorado yugo con el que pretendían castigarnos. Tienen empresas muchas, medios de información propios, ruinosos y casposos, pero propios. Y presumen de demócratas constitucionalistas, tecnócratas, plutócratas. Alaban al tirano, a los tiranos, a la historia de los asesinos. Portan dentro de sí ese gen perturbador de fascistas malnacidos. Su vecino, el mío, aquél o aquella persona bien vestido o vestida. El imperio hacia dios, decían los golpistas... España es una unidad de destino en lo universal, ladraban estos monstruos negros.
Ochenta años hace que lo intentaron. Nos sometieron. Nunca más. No pasarán. Antifascismo siempre.
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