LAS MUJERES PIRAÑA

El calor y la propaganda gubernativa acelera la salida de las mujeres pirañas al escenario callejero. Abandonaron hace tiempo la pecera cristalina formativa, colegios privados cristianos, monjas, curas, rezos, novios, padres , follisqueos promiscues, maridos patrón, hijos patrón, ideología patrón. Las veo caminar por la ciudad en manada. Sobre todo a las Pygocentrus (pirañas de vientre rojo), voraces per se. 
Arregladitas, con modelos ad hoc de marca y señal olfativa, culeras, sostenes, minifaldas, rajas, bragas floradas, repeinadas, sabiéndose las reinas del charco repleto de sangre.
Bobas por naturaleza, se mueven en pequeños cardúmenes, pero ojo, son antropófagas, en cuanto alguna se escapa del molde- manada, son atacadas de golpe o, lo que es peor, poco a poco. A las mujeres piraña les gusta devorar mujeres piraña. Luego eructan y sueltan un cuesco tímido, eso dicen los palominos de ropa interior,  materia reservada de jabones y geles desengrasantes.
Contemplo tales jaurías animadas con estupecfacción. Medio gramo de cerebro y muchos de dientes. Suelen darse al baile, al alcohol mareante, a la halitosis crónica. Y admiran a los ejemplares machos sardináceos que andan en los fanales  pesqueros. Nada más apetecible para ellas que el morreo, la muestra, la caza del musculmen, una suerte de gambusino anodino que las revoluciona. Dicen que las feromonas de estos especímenes contienen cantidad de hematocritos , que el pene de los machos expide un aroma a bacalao adinerado que las confunde. Y los devoran. Un rato nada más, es cierto, o al menos en la mayoría de los casos. Con eso se les hincha el vientre, la vulva, el útero mental mal aprovechado. Y salivan. Y ovulan. Y copulan.
Poseen una aleta dorsal  situada cerca del ano, y otra aleta la cual está más separada debido al pedúnculo caudal. El ano suele rezumar líquidos interiores. Eso las satisface.
Capullas hasta el extremo, repipis, absurdas en su contexto, gozan de su fase caníbal a ritmo de música disco. Si cualquier espécimen las interroga sobre datos base, sólo pondrán cara de cinematógrafo televisivo.
Conozco a varios ejemplares de mujeres piraña. De comportamiento  agresivo,  arrasan con todo lo que se encuentren a su paso en forma de peatón vulgar, pudiendo matar a polvos a cualquier borracho salido a las dos en punto de la mañana.
Ya digo que su cerebro es mínimo. Pocas emociones derivan de esa incapacidad crítica, pues deprecian el seso en favor del sexo fácil y cutre. Una rabada de pollón viagril tras su aleta dorsal las adormece durante el rato exacto. Después sufren mareos, angustias, ganas de redes sociales, (costumbre alarmante en las mujeres pirañas).
Al día siguiente siguen siendo tan cristianas y megapijas como ayer: 
se aparean con el macho hortera con brevedad de calienta pollas,.Éste construye en el fondo del río un nido. 
Una hembra puede llegar a depositar hasta mil huevos siendo todos fertilizados y cuidados por el macho hasta que eclosionen. Todos horterísmos individuos con naúticos, camisetas kevin klein, y masa gris anadodina.

Enemigos naturales de las mujeres pirañas son las damas garzas, hombres cocodrilo, y hombres delfines. (Hablaré en otra ocasión de ellos). 
Los nativos consumen bastante mujeres pirañas.   Dados los tiempos que corren, son  comunes en acuarios de todo el mundo capitalista. Acuarios expuestos a la gilipollez habitual del machismo castrador y del hembrismo españolista.. Represión y apariencia. Cuanta idiota suelta en la fauna diversa veraniega e invernal.